Conocer la historia significa conocernos a nosotros mismos, de donde provenimos y que podemos hacer para no cometer los mismos errores del pasado; aprender historia significa, desde mi punto de vista, conocer nuestros orígenes, nuestras creencias, nuestras costumbres, nuestro patrimonio de donde provenimos y desde esta manera ir formando nuestro presente y nuestro futuro.
Dentro de mi aula los métodos que he aplicado con mis alumnos son escenificaciones, obras de teatro, recorridos por la comunidad que me ha dado buenos resultados ya que los niños se interesan por lo que esta en su entorno y de esta manera partir hacia una concepción más profunda de los hechos que ocurrieron en el pasado. Existen muchas actividades y estrategias que hacen interesantes las clases de historia y ayudan a obtener mejores resultados en el aprendizaje de los niños; pues cuando nosotros éramos estudiantes nuestros maestros nos enseñaban de manera tradicional en donde solo leíamos, hacíamos resúmenes y contestábamos cuestionarios, lo cual solo realizábamos un aprendizaje memorístico.
Actualmente para la enseñanza de la historia nuestra escuela solo cuenta los libros del rincón, láminas didácticas y equipo de enciclomedia, pero lo mas importante es la iniciativa y creatividad del profesor al planear sus actividades y promover dentro del aula un ambiente ameno, agradable e interesante para guiar a los alumnos en la reflexión y el aprendizaje significativo de la historia.
La enseñanza de la historia debe tener una relación con la vida cotidiana del alumno pues gracias a la lucha de nuestros héroes tenemos derechos en salud, trabajo, educación, vivienda, etc.; además de reconocer que de los errores del pasado también se aprende, se trata de que reflexionen y obtengan una identidad nacional reconociendo sus derechos y deberes, logrando así un aprendizaje significativo.
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